
El Martini es uno de los cocktails más populares y clásicos. Denominado como Dry Martini, debido al carácter seco de sus ingredientes, es una bebida refrescante y elegante que tuvo su máximo apogeo en los años sesenta. Gracias a sus numerosas apariciones cinematográficas, se ha convertido en icono y protagonista de cientos de películas. En esta entrada te enseñamos cómo se hace un Martini.
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Cómo se hace un Martini
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay una forma exclusiva y única de hacer un Martini. Hay tantos como gustos del consumidor. Aunque sí que es cierto que todos se basan en un ingrediente, que es el que le da el nombre al cocktail: el Martini.
El Martini es uno de los muchos tipos de vermús que existen en el mercado. El vermú es un tipo de bebida que se suele tomar de aperitivo y que está elaborada a base de vino macerado en hierbas. En concreto, el vermú blanco se compone de vino blanco, ajenjo y otras sustancias de sabor amargo. El vermú blanco es de origen francés y tiene una mayor graduación alcohólica que el rojo. Entre todas las marcas que lo fabrican, destacan algunas tan legendarias como Cinzano, Campari o la propia Martini que presta su nombre genérico a la bebida.
Cómo hacer un Martini clásico
El Martini más clásico lleva los siguientes ingredientes:
- Hielo.
- Copas de cocktail heladas.
- Una jarra de vidrio o de metal, o una coctelera.
- Vermú blanco (de la marca Martini o de cualquier otra, pero siempre que sea una variedad muy seca).
- Aceitunas o cáscara de limón.
- Ginebra (más adelante haremos mención al Martini con Vodka que bebe James Bond).
Cómo preparar un Martini seco
Se debe tener el vermú muy frío, así que lo más conveniente es refrigerarlo en la nevera durante unas cuantas horas. Cuando vayamos a consumir el cocktail, utilizaremos la medida de un tapón de vermú que verteremos en el interior de la jarra. Hay que tener en cuenta que los más puristas también tienen esa jarra introducida en la nevera para que esté bien fría.
Debe llenar la jarra o coctelera con varios cubitos de hielo y remover con la cucharilla para que el hielo se impregne del vermú que habíamos depositado. La clave para que el Martini sea verdaderamente seco es que se utilicen tan solo unas cuantas gotas de vermú bien impregnadas en el hielo.
Entonces echaremos la ginebra para que esta se mezcle con el hielo y el Martini blanco. La cantidad dependerá de lo seco que queramos el cocktail y de la capacidad de la copa en la que lo serviremos. Pero ten en cuenta que cuanta mayor cantidad de ginebra se utilice, más seca se pondrá la bebida.
A la hora de mezclarlo todo, hay que adaptarse al recipiente que se esté utilizando. Si empleamos una jarra, no nos quedará más remedio que removerlo vigorosamente con la cuchara mezcladora. Sin embargo, si utilizamos un vaso metálico con tapa, entonces podremos agitar con vigor, pero sin violencia, para que el hielo genere una reacción en cadena al mezclarse con el vermú y la ginebra.
Llegados a este punto voy a hacer un inciso porque los más puristas recomiendan esperar un poco antes de servirlo. No hay un tiempo predefinido. Tal vez sea necesario esperar los segundos que se tarda en seleccionar y poner en el tocadiscos un disco de vinilo, preferiblemente de jazz. Queda claro que la espera será de unos pocos segundos.
Poniendo un colador, se debe volcar la bebida en la copa de cocktail y se le añadirá una aceituna o una cáscara de limón. Será en ese momento cuando el Dry Martini estará listo para ser consumido. Al servirse se debe tener en cuenta que, si se llena excesivamente la copa, es posible que la bebida se caliente. Como debe consumirse lo más fría posible, es mejor volver a realizar una nueva elaboración, antes que preparar una gran cantidad para ir sirviendo según se va consumiendo.
El Vodka Martini de James Bond
No se puede explicar cómo se hace un Martini sin mencionar al conocido agente secreto. Probablemente sea una de las franquicias que más han popularizado esta bebida. Seguro que todos los lectores han escuchado alguna vez eso de “mezclado, no agitado”. La frase proviene de una mala traducción del inglés, que en versión original se escucha como “shaken, not stirred”.
Como todos los lectores habrán supuesto, la elaboración del Vodka Martini de 007 es muy similar a la del Dry Martini, pero sustituyendo la ginebra por vodka. Algunos consumidores habituales afirman que sí que cambia el sabor cuando la bebida se agita violentamente, provocando una sensación como si el alcohol sufriese magulladuras (un efecto que no está constatado científicamente).
Nuestra recomendación es que pruebes la bebida de las dos formas y que al final optes por una u otra dependiendo de la versión que más te guste.