
Reconócelo: limpiar la nevera da una pereza que te mueres.
Mientras que a nadie se le ocurriría dejar la cocina o la vitrocerámica sin fregar durante días, la limpieza de la nevera es un asunto que suele postergarse mucho más de lo debido.
No limpiar la nevera regularmente supone que los alimentos no se conserven como deberían, así que no te dejes llevar por la pereza y ponte a ello lo antes posible.
En este post te explico cómo se limpia la nevera de una forma cómoda y fácil.
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Cada cuánto tiempo se limpia la nevera
No voy a hablarte de hongos, microorganismos o bacterias que son capaces de sobrevivir en entornos de baja temperatura, porque estoy segura de que no volverás a comerte nada de lo que guardes en la nevera. Pero sí que te voy a dar algunos consejos que te servirán de guía.
Por norma, no deberían pasar más de dos meses sin que lleves a cabo una limpieza en profundidad. Esto no significa que si se te derrama algo o se mancha alguna de las repisas lo dejes ahí porque todavía no han pasado los dos meses. Ten en cuenta que esos salpicones son los principales causantes de malos olores en el frigorífico.
Aunque mucha gente no usa la referencia bimensual, sino que solo limpian el interior de su nevera cuando esta huele que apesta. No creo que esa sea una costumbre muy saludable, así que bajo ningún concepto permitas que pasen más de dos meses sin una limpieza en profundidad.
Cómo limpiar la nevera por dentro
Al tratarse de un compartimento estanco, es posible que al abrir la puerta notes que el interior del frigo huele mal, incluso aunque tan solo hayan pasado quince días o un mes desde la última limpieza. Esto es debido a que determinados alimentos como el pescado —sobre todo si no se han empaquetado y protegido bien— emiten un olor muy predominante y desagradable. En ese caso hay que proceder a limpiar la nevera para quitar el olor.
Estos son los pasos más destacados para que tu nevera esté siempre limpia y saludable:
1.- Desenchufa la nevera: ten cuidado porque es posible que al derretirse la escarcha que puede quedar en las paredes, la nevera goteará y te dejará el suelo perdido.
2.- Saca todos los alimentos: si hay alguno en mal estado o que huela mal, tíralo a la basura. Respecto a este tema, se recomienda proceder a la limpieza en un momento en el que la nevera esté más vacía, para que sea más cómodo (sobre todo si tienes una cocina pequeña).
3.- Saca todas las piezas extraíbles: baldas, estanterías, cajas, cubetas,…
4.- Limpia las juntas de goma de las puertas: suelen ser las zonas que más porquería acumulan. Lo mejor es frotar bien con una bayeta mojada con algún producto antigrasa.
5.- Lava en la pila las piezas extraíbles: con agua caliente, estropajo blando, jabón y productos antigrasa frota bien todas las baldas y cubetas para que queden perfectamente limpias. Mientras no estén bien secos, no deben volver a colocarse en su sitio.
6.- Limpia el interior y el exterior del frigorífico: con una bayeta húmeda y algún producto multifunción, se limpia la parte interior, que debe estar completamente seca antes de volver a rellenarla de cosas. La parte de fuera debe frotarse bien para retirar los posibles restos de grasa que pueden haber saltado de la cocina. Para ello, se puede emplear algún producto antigrasa.
7.- Sacar la bandeja de drenaje: se trata de una bandeja situada en la parte de debajo de la nevera que sirve para recoger los residuos líquidos que van cayendo del interior de la nevera. En esta bandeja se deposita mucha suciedad y de ella proceden muchos malos olores. Por eso conviene limpiarla en profundidad con agua y lejía. Y no olvides ponerte los guantes de goma.
8.- Limpia la parte trasera de la nevera: sácala de su hueco y pasa un aspirador para limpiar el polvo y la pelusa que se acumula entre las bobinas. Cuando hayas retirado la nevera, aprovecha para barrer y limpiar bien el suelo que queda tapado por la nevera.
¿Tienes algún truco que mejore la limpieza de la nevera?
Cuando todos los componentes de la nevera estén secos y limpios, se vuelven a colocar en su sitio y se vuelve a enchufar la nevera.
¡Y entonces sí que podrás presumir de la limpieza de tu nevera!
Ahora la clave es que no esperes hasta el año que viene para proceder a la siguiente limpieza.
¿Hay alguna cosa que hagas y que se me haya pasado por alto? Estoy deseando leerte en los comentarios.